Como todo en la vida la creatividad también necesita que la ejercitemos, esta es un músculo que mientras más la trabajemos más tendremos.
Si le damos el valor que se merece y ocupa un espacio importante en nuestras vidas, ésta la alimentará de una manera hermosa.
No se trata solo de inspiración. Ni se trata únicamente de que algunos han sido afortunados.
Aquellas personas que son nuestra fuente de inspiración porque vemos que lo han logrado, con seguridad no son exitosos sólo por que se les “prendió el bombillo”. Detrás de esa persona exitosa, o de esa artista, actor, escritor, o empresario innovador, no hay únicamente inspiración. Detrás de esas personas hay individuos comprometidos, personas que han estudiado, han trabajado con constancia y que además han creído en sus capacidades creativas para trabajar diariamente en sacar adelante su proyecto y por supuesto han sabido crear una rutina para su desarrollo.
La creatividad, dice Twyla Tharp, es 10% inspiración y 90% rutina.
Podemos decir que es una cadena. La idea llega cuando ya te estás moviendo para lograrlo, la creatividad es innata al ser humano pero tienes que trabajarla y desarrollarla. La sola inspiración no es suficiente para lograrlo, ni te convertirá en famoso ni rico, ni exitoso. Esta necesita constancia, y dedicación.
Las ideas hay que trabajarlas, desarrollarlas, y tener el hábito de moldearlas todos los días, para que cada vez se vayan alineando con lo que deseamos.
Se vuelve así de hermoso, mientras más ejercitamos esa creatividad más espontánea y fuerte se irá volviendo.
Le leí a Elizabeth Gilbert una idea loca que me encantó, y desde entonces resuena en mi cabeza cada que recibo la inspiración.
Elizabeth Menciona en su libro “Libera tu Magia” que para ella las ideas tienen vida propia, que son seres que van por el mundo y se depositan en cabeza de alguien, buscando ser desarrolladas. Si la persona no se pone en la tarea de desarrollar la idea que le llegó con constancia, ésta sigue su camino hasta encontrar a alguien dispuesto a hacerlo.
De pronto entonces se prende el bombillo y nos llega una idea genial, la llamamos inspiración, creatividad espontánea, pero esta no es nada si no hay disciplina y una rutina que nos lleve juiciosamente a desarrollar esta idea para que tenga, forma y pueda ser conocida por el mundo.
La historia cuenta que el compositor del piano Wolfgang Amadeus Mozart, era un genio, eso lo sabemos todos, pero no fue solo por genio y sin práctica que se convirtió en lo que fue.
Lo logró viendo a su padre, gran compositor y pianista, todos los días, practicar, y tocar el piano. Mozart desarrolló él mismo la constancia y dedicación para sentarse y practicar diariamente y tocar el piano potencializando su músculo creativo, hasta convertirse en el músico fascinante que todos conocemos.
La escritora Chilena Isabel Allende, no espera que la inspiración llegue para empezar, sino que empieza para que ella llegue. Allende ejercita el músculo de la creatividad, escribe constantemente, para que las ideas la cojan ya en forma y en acción. Cuenta la historia que siempre a principios de enero empieza a escribir un libro, aunque no tenga clara la idea de lo que se va a tratar. De esta forma, ejercitando siempre el músculo de la creatividad, y creando una rutina para hacerlo, ha publicado 21 libros durante su vida.
Todo estos artistas o personas que nos inspiran por ser estos brillantes creadores, han tenido que ejercitar su músculo de la creatividad lo creamos o no. Ellos cada uno en su campo, ha estado dispuestos a volverse cada vez más creativo, y a crear rutinas para que la iluminación siempre los agarre moviéndose.
Ejercitar este músculo nos hará cada vez más creativos, hará que estemos más alertas y con mayor capacidad para desarrollar esas ideas que nos lanza el universo.
Cuando creamos rutinas estamos listos para no dejar escapar ningún destello de creatividad ni ninguna idea fuente de inspiración.
Porque si bien es cierto que las ideas pueden llegar a nosotros, es cierto que sino tenemos el hábito o la rutina establecida en ese momento, se nos pueden escapar. Y se quedan siendo una genial idea que al rato vemos que alguien más la desarrolló.
Elizabeth Gilbert en el mismo libro de “Libera tu Magia” cuenta una historia propia . Alguna vez le surgió una idea para un libro, la atrapó y la empezó a escribir, pero por el momento que estaba viviendo en su vida, no tuvo la disciplina ni la rutina necesaria para sentarse y desarrollar bien la idea, la dejó sin terminar para cuando volviera el momento.
Al tiempo se reencontró con una vieja amiga escritora de otro país, quien le contó la idea del libro que estaba escribiendo, y esta para su sorpresa se dio cuenta que era su misma idea.
Las ideas viajan, se depositan en nuestras cabezas abiertas a la inspiración, pero hay que sentarse y desarrollarla, creando rutinas y hábitos que nos ayuden a sacar esa genial idea adelante.
Por eso les dejo, para cerrar, de nuevo la frase de TWYLA THARP
“LA CREATIVIDAD ES 10% INSPIRACIÓN Y UN 90% RUTINA”
Crea tu rutina de ejercicios para la creatividad y que la inspiración te coja siempre preparado.
Como decía Picasso
¨La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando¨.
[…] ser creativo es tan innato al ser humano como respirar. Simplemente dejamos de crear y ese “músculo” se va […]